lunes, 3 de noviembre de 2008

Cuento corto. Ojo.

Eran 3 los curiosos que caminaban con sus manos en los bolsillos, tan juntos que la sombra que proyectaban en la vereda de Irarrázaval era una sola. El del medio tenía unos curiosos ojos blanquecinos y los del costado tenían ojos normales, solo que uno de ellos los cubría con unos anteojos ovalados como huevos.
Pretendiendo llegar inseguros a alguna parte, sin prisa como un quiltro cualquiera pero de 6 patas, pararon frente a una camisería y dejaron de estar tan juntos. El sin lentes y de ojos normales mencionó lo barato de las camisas, y el de anteojos respondió con un humor insoportable que entre camisería y comisaría el único parecido son sus letras. El de ojos blanquecinos, muy curioso, se acercaba demasiado a la vitrina y permanecía callado como cuando caminaban.
Pasaron unos 3 minutos frente a la camisería y se apretujaron para seguir caminando. Una fuente de soda cercana los hizo detener nuevamente pero ésta vez optaron por entrar, dejando la sombra de una calurosa tarde santiaguina atrás.
Una cerveza de litro de botella de vidrio y de marca Cristal se consumió con más rapidez que la detención frente a la camisería. Los 3 sentados, 3 minutos sin hablar y de solo tragar, hasta que el segundo litro llegó a la mesa de trupán enchapado en plástico. Ahora el consumo fue lento como el caminar, lograron recuperar el ritmo de la vagancia y comenzaron a hablar de cualquier cosa. Ninguna de las cosas habladas vale la pena mencionar, más aún cuando el de anteojos terminaba toda idea con su insoportable humor.
El de los ojos pequeños y blanquecinos comenzó a hablar más que el resto, improvisaba palabras relacionadas con la conversación, y hasta proponía nuevos temas en la mesa. Y ahí fue cuando comenzó a hablar de su miopía y con el humor insoportable de por medio terminó por referirse a su extraña capacidad física.
Se sacó con facilidad su ojo izquierdo y lo puso sobre la boca de la botella, a la que le quedaba algo de cerveza. Una especie de tripa unía la botella de sus párpados, y el de ojos normales, curioso como pocos y extrañado como nadie, pulsó con el dedo el ojo hasta éste caer dentro de la botella.
Pasaron horas intentando sacar el ojo de la botella, pero todo intento fue infructuoso. El bar lo cerraron y volvieron a caminar por Irarrázabal, ésta vez de noche, pegaditos los 3 y el del medio con una botella conectada a su cerebro.

2007.

El cuerpo es una celda.


El próximo domingo 9 de Noviembre, en el marco de la Feria del Libro de Santiago y en la misma sala Camilo Mori de la Estación Mapocho, se realizarán 2 actividades de caracter corporal.
La primera, una instancia para que grandes artistas desplieguen pliegos y talentos para dibujar y enseñar el difícil y serio arte del desnudo, hasta que al cabo de un rato deben proceder a desocupar la sala y dar paso así la presentación de un libro.
Hipotéticamente considero que si Caicedo (de cuerpo muerto hace 30 años, y cuya obra vive, parece), quien es autor de los textos del libro a presentar, se entera de alguna actividad como la primera, optaría por sapear algún cuerpo desnudo o de lo contrario se iría a tomar alguna cerveza a un bar vecino.Yo, ajeno a los talentos de la primera actividad (del dibujo, no de la cerveza) opto por acudir a la segunda (no de la cerveza, sino del libro), pues ya pasé por la ingrata situación de haber aguantado a tales relevantes dibujantes como profesores. ¡Que asco!

17:30
Taller de dibujo desnudo de Magdalena Vial (pintora) y Pedro Millar (grabador). Connotados artistas invitados y modelos para que todos puedan aplicar las artes del dibujo. Organiza: RIL Editores. SALA CAMILO MORI
19:00
Presentación del libro "Mi cuerpo es una celda" de Alberto Fuguet. Participa: El autor, Sergio Gómez y Héctor Soto. Organiza: Editorial Norma. SALA CAMILO MORI

jueves, 30 de octubre de 2008

Sobre Juan Francisco González.


Si hay algo que ha dañado la obra de Juan Francisco González es su popularidad de tarjetas de Pascua. Bien le hubiera hecho para la posteridad haberse anclado en alguna retrospectiva de los huachos huachos latinoamericanos, o sea, de aquellos pintores postergados de alguna manera en su tiempo por haber sido poco académico para los siúticos,y en la actualidad por ser poco conocidos.
Un reconocimiento tardío a su obra hubiera detonado por lo menos en una mirada más crítica y profunda desde los artistas plásticos y curadores de hoy, quienes no se aventuran a reconocer sus méritos por temor al ridículo. Porque no creen en el nacimiento de Cristo.

lunes, 7 de julio de 2008

jueves, 3 de julio de 2008

4 razones para volver a pintar.

Para reutilizar mi cerebro y manos.
Para quitarme la psoriasis.
Para viajar al sur.
Solo quiero.
Chao.

martes, 1 de julio de 2008

miércoles, 25 de junio de 2008

Error Humano.

Hombre elefante. Acrílico sobre tela mal estampada.

HOY FUI

Yo, Sebastián Piel
desperté relativamente temprano
pero me levanté un poco más tarde tratando de resolver el sueño
que me quedaba.
Ordené algunos cuadros
y fui en bicicleta a la casa de mi padre enfermo
almorcé con mi madre y partí caminando a Providencia
donde imprimí una imagen de mi mojón urbano
me compré un libro de Bertoni
mandé a enmarcar la imagen recién impresa
y me metí a internet en vano.
Esperaba algún texto, mínimo
sobre el amor, y nada
mas otro sobre trabajo, y nada
y un último con la foto de un posible futuro autito
y ni sus gases contaminantes estaban.
Solo un abstracto correo mejicano.

Ya en mi casa desmalecé un poco
y regué el jardín
después de comenzar una pintura de El hombre elefante
sobre una tela mal estampada
que se llamará Error Humano.



Sebastián Piel.
La Reina, Santiago, martes 13 de Noviembre del 2007.

jueves, 12 de junio de 2008

Cita a Malevich.







Blanco sobre blanco. Malevich. 1918.











Blanco sobre blanco. Piel. 2006.

viernes, 6 de junio de 2008

Bacon. Mi padre.




Escribo por la espera.
Espero por dibujar.
Espero comenzar a pintar.

Haciendo tiempo antes de dibujar para el diario, revisé mis archivos de imágenes y me encontré con algunas fotos de Francis Bacon.
Es impresionante el parecido físico de Bacon con mi padre en la primera foto. Y también es parecido mi taller al del pintor inglés. Un taller que tengo botado, habitado sobre todo por arañas que aguantan la humedad que penetra por el techo y muros. Taller que no habito hace tiempo a pesar de que mi cama está a no más de 3 metros de distancia.
El caos del abandono me puede volver loco, pues desde hace tanto tiempo que no pinto que la ruma de telas mal estampadas es una constante geografía de las cortas vidas de los bichos mis vecinos.
En el mundo machista los padres no hacen el aseo.

domingo, 4 de mayo de 2008

Sobre la caricatura de ser El Hombre elefante.

Retrato de David Lynch.
El buen cineasta norteamericano David Lynch, con aciertos magistrales como Blue Velvet (1986), de formación pintor, traduce claramente las formas en relatos cinematográficos. Lleva el diseño, el dibujo, a la conformación del cine, en el sentido espacial de la película mencionada y la condición morfológica en su anterior película El Hombe elefante (1980).
Esta última, película a pedido y de producción inglesa, trata la historia real de John Merrick, un hombre que sufrió una tremenda deformación física en el viejo Londres Victoriano. Siguiendo la tradición bufónica de las cortes europeas, donde el gran Velásquez acertó en retrarar a los humanos enanos del palacio español, Merrick fue objeto de exhibición en circos freacks como fenómeno de la naturaleza.
El horror, el sufrimiento, el morbo y el humor negro es la “cara” histórica de lo que yo llamaría caricatura, intentando alejarme del ejercicio caricaturesco liviano de retratos de veredas.
Hay en la oscuridad de la tragedia un fundamento en el que se basa parte del oficio del caricaturista, buscando el problema y exponiendolo con libertad en una obra gráfica.

Volviendo al Hombre elefante me remito a pensar que su deformación física, de resultado tan parecido a la pintura de Bacon, habla de una crítica a la sociedad de la que formó parte, siendo una suerte de caricatura del hombre común; una exageración de los problemas del hombre. Y en definitiva, la alteración del orden puede servir, creo yo, para abrir los ojos y descubrir la esencia de una situación, de una persona y de una sociedad.

Si el John Merrick de la película es una caricatura, no me cabe duda; una en blanco y negro y que por cierto no hace reír.

viernes, 25 de abril de 2008

Cuerpo Estable.


CUERPOS ESTABLES.
Subterráneo del Teatro Colón de Buenos Aires.

Galería de Arte Ecléctica. Buenos Aires, mayo del 2005.

Cuerpos Estables, término para referirse al grupo de trabajadores de un teatro, lo utilizo a propósito de una serie de registros en negativo de las bases del Teatro Colón de Buenos Aires.
Bajo la “Avenida más ancha del mundo” utilicé un muro como matriz para sacar copias con cloro sobre telas de color. Junto a ellas, expuse también una pintura con el mismo sistema de registro, pero ésta vez de muros de Nueva York, realizada el 2001.
Me interesa sobre todo la relación de la infraestructura urbana enfrentada a la pictórica, presentadas en telas sueltas con una imagen desteñida y subterránea de la más impresionante infraestructura cultural de Argentina. Por esto la referencia del “Perro semihundido” de Goya, por lo subterráneo y lo dramático de la destrucción.

Sebastián Piel.

martes, 1 de abril de 2008

lunes, 24 de marzo de 2008

Un Pit Bull en mi pieza.

La vecina acaba tirar agua a mi equipo de música
y a pesar de la lluvia
Pink Floyd sigue tocando en vivo.
Afuera hace calor aunque el sol se esté yendo
mientras espero un programa de cine
y después un partido de fútbol
en la radio
y a mi lado, un enorme Pit Bull
que estoy pintando.

viernes, 21 de marzo de 2008

¡Hay carajo!


Ya de vuelta en Santiago y hay carajo, que fin de viaje tuve. Recién llegado a La Paz me robaron el bolso de mano con mis dibujos, entre otras cosas; una pena (¿habrá sido un chileno ladrón de aquellos que nos sobran y que exportamos a Europa? Me parece que no, parecía boliviano y era en Bolivia). Lo de la Policía boliviana es cuento aparte; mucha rabia.
Durante el tiempo que estuve en Bolivia la causa de muerte de los pacos fue por linchamiento, así de simple y bruto. Tipos venidos a menos o macacos suciamente uniformados sin capacidad de razonamiento, entendimiento, acción ni diálogo, y con una radio en la mano, aparato que por lo demás nunca usan. Su arma; el aspecto. Altura con sombrero; 1,65 mts. Formación; nula. Su mayor desafío; tocar el pito.
El más humano de los pacos que vi en La Paz fue un joven capaz de orientarme y tenía en su celular una foto porno. Resulta que el enchulamiento debe ser una de las instituciones que mejor funciona en el país.
No hay auto en Cochabamba que no tenga una añadidura, un retoque, un maquillaje. Pero volviendo a la policía es abrumador comprobar la absoluta ineficiencia no de uno, sino de todos los pacos y guardias que en algún momento estuvieron en el lugar del robo; El terminal de buses. Me pareció bastante cruel la realidad que pude apreciar, pues visité además la oficina central de policía cuyas instalaciones dejaban bastante que desear. Ahí me pasaron un papel donde debía anotar mis datos y los del ladrón, e indicar en un dibujo la ubicación exacta de la residencia del sujeto mientras un supuesto policía miraba dibujos animados.
No tuve la inteligencia de enchularme y camuflarme para dejar todo cubierto con un aguayo colgado a mi espalda, con dibujos y recuerdos de viaje, imágenes imborrables de niños trabajando a vista de una sociedad que lo tolera y cuerpos linchados y quemados exhibidos en los periódicos.
Según Pipo, dibujante del diario Los Tiempos de Cochabamba el futuro de Bolivia se ve negro. Yo el presente lo vi negro, enchulado, callado y pequeño.

jueves, 31 de enero de 2008

Bob Dylan...


Esperaba ver a Bob Dylan en Marzo, pero estaré justo en Bob Livia. Saludos de mi parte.

lunes, 28 de enero de 2008

27 Padrenuestro y 32 Ave Maria....


El agujero del confesionario es a media altura para...

La Virgen y yo.


domingo, 27 de enero de 2008

Perro Sapo.


Todo lo aquí publicado (textos, dibujos, pinturas, etc) es de mi autoría, y cuando no, lo haré notar.

Los años...


La belleza de Ladrar 2.


La belleza de Ladrar 1.


sábado, 26 de enero de 2008

Perro semihundido en tela mal estampada.

El cuadro de Goya “Perro semihundido” de la década de 1820 es mi pintura favorita. De ahí nace ésta pintura mía, cuya cabeza de perro se asoma en una tela mal estampada.
El error de fabricación de la tela me sirve para componer por capas horizontales, tal como el cuadro de Goya o la película “Terciopelo Azul” de David Lynch. Una cabeza apenas asomada sobre la superficie, cuyo subsuelo parece esconder –además del cuerpo del perro- el mal del mundo.
Un animal siendo aparentemente atrapado, una superficie errónea.
Más que otorgarle lecturas a la pintura, es un ejercicio manual luego de ir a buscar telas a la calle Bandera. Un trabajo de maquinarias industriales con error de ejecución y una actividad mental y artesanal en la que termino pintando una cabeza de perro por puro gusto. Gusto por Goya, por Lynch, por los perros y por pintar.

Hoyo 1.



No me gusta el golf...

Café Lumiere.


Gran película no. Pequeña película contemporánea estilo Ozu, heredando un taiwanés lo bueno del viejo japonés.
Situaciones en un Tokio cálido y sus afueras, con una tranquilidad que encanta donde el sonido de una taza de leche caliente es tan importante como el sonido de trenes que graba el flaco de los libros usados. Su amiga Yoko, quien vive en un espacio mínimo captado en una cámara fija frente a un ventanal, soñó un extraño sueño que el flaco se encarga de aclarar encontrando respuesta en un libro infantil europeo. Ella, por su cuenta, busca tranquilamente los pasos de un compositor taiwanés que visitó Japón en los años 30.
Más que una historia es Cine puro. No hay que esperar el final para concluir la obra, sino solo disfrutar y dejarse llevar por los sutiles fragmentos de planos más bien cerrados y asoleados, interpretar quizás ciertos enamoramientos escondidos, reconocer la preocupación de una madre madura y el relajo de una joven embarazada, escuchar los sonidos de la cotidianeidad y el murmullo de personajes que no muestran la boca.
Creo que Ozu estaría encantado de encontrar ésta película de Hou Hsiao Hsien en el universo del cine, con sus fueras de cuadro tan livianos y necesarios, y posiblemente la dejaría en una repisa así como una devota señora guarda un santito para los momentos difíciles.


El dibujo no tiene nada que ve, pero quería acompañar el texto con alguna imagen, y que mejor que con la gran 2046 de kar Wai.